El OIEA, el organismo de energía nuclear de la ONU alertó este jueves de nuevo del peligro de un accidente en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por tropas rusas, si continúan los ataques como los producidos el pasado domingo, y ha pedido a los dos países que se abstengan de acciones militares que ponen en riesgo la seguridad de la instalación.
«Nadie puede beneficiarse ni obtener ninguna ventaja militar o política de los ataques contra instalaciones nucleares», señaló Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), ante la Junta de Gobernadores de esta agencia de la ONU, que celebra hoy una reunión extraordinaria.
La sesión ha sido convocada a petición de Rusia y Ucrania, que se acusan mutuamente de los ataques que ha sufrido la planta desde el pasado domingo, y que han llegado a afectar a uno de los seis reactores de la mayor central nuclear de Europa.
Estos ataques, los primeros directos que sufre la planta desde noviembre de 2022, suponen «una escalada importante de los peligros para la seguridad nuclear en Ucrania, aumentando significativamente el riesgo de un accidente nuclear», aseguró Grossi.
El diplomático argentino pidió a los «responsables militares que se abstengan de cualquier acción» que ponga en peligro la central.
Grossi anunció ante los representantes de los 35 países de la Junta que la semana que viene llevará este asunto ante el Consejo de Seguridad de la ONU, ante la «importancia primordial de garantizar que estos ataques temerarios no marquen el comienzo de un nuevo y gravemente peligroso frente de guerra».
El OIEA, que tiene a observadores en la planta, ha confirmado que el domingo se registraron varios ataques directos contra la central, que está en parada técnica, y que uno de ellos afectó a la cúpula del reactor número seis.
Aunque los daños no comprometieron la seguridad nuclear, se trató de un «grave incidente».
Además, otros dos ataques cerca del edificio de los reactores y causaron al menos una víctima.
El martes se produjeron nuevos ataques con drones y la planta recibió fuego de armas largas en lo que Grossi llamó una «ominosa indicación de una aparente disposición a continuar con estos ataques, a pesar de los graves peligros que suponen para la seguridad nuclear».
El OIEA no se ha pronunciado sobre quién es responsable de los ataques, de los que se acusan mutuamente Rusia y Ucrania.
Moscú, que ocupa militarmente la planta casi desde el comienzo de su invasión de Ucrania, asegura que Kiev está violando los principios de seguridad nuclear del OIEA.
Por su parte, la misión de Ucrania ante el OIEA, aseguró ayer que Rusia desarrolla una campaña de desinformación y que usa Zaporiyia como una base militar.
El OIEA lleva meses pidiendo que se cree una zona de seguridad alrededor de Zaporiyia para evitar un accidente, y denuncia regularmente la precaria situación en la planta desde la ocupación rusa.
En su intervención de hoy, Grossi volvió a pedir a los dos países «la máxima contención» y que respeten los principios de seguridad nuclear, entre los que enumeró que no haya ataques, que no se almacenen armas en la central, que Zaporiyia mantenga su suministro eléctrico externo y que todos los componentes y sistemas esenciales para mantener la seguridad en la planta. EFE