Expertos de Naciones Unidas denunciaron este viernes haber recibido informes sobre detenciones arbitrarias de decenas de mujeres y niñas en Afganistán desde principios de enero por supuestamente violar la correcta colocación del velo y el código de vestimenta impuesto por los talibanes.
En un comunicado, los expertos indicaron que las mujeres fueron arrestadas e introducidas en vehículos policiales por la fuerza en lugares públicos como centros comerciales, escuelas y mercados callejeros de la capital, Kabul, y de las provincias de Bamiyan, Baghlan, Balkh, Daykundi y Kunduz.
«Esta actual ola de privación de libertad restringe aún más las ya severamente limitadas libertades de expresión y circulación de mujeres y niñas en el país y viola sus derechos humanos», subrayaron los expertos, entre ellos el relator de la ONU para Afganistán, Richard Bennett, y su homóloga sobre la violencia contra mujeres y niñas, Reem Alsalem.
Según los informes recibidos, las detenidas fueron recluidas en espacios hacinados en las comisarías y solo recibían una comida al día, siendo algunas objeto de violencia física, amenazas e intimidación.
Los especialistas señalaron que, si bien algunas fueron liberadas después de unas horas, otras habían estado detenidas durante días o semanas; debido a la falta de transparencia y acceso a la justicia, no se sabe con exactitud cuántas siguen aún detenidas.
Ante esta situación, instaron a las autoridades de facto a liberar «de forma inmediata» a las mujeres y niñas que aún puedan estar recluidas, así como a cesar toda privación arbitraria de libertad contra ellas basada en el estricto código de vestimenta impuesto.
También criticaron que la liberación de las mujeres y niñas dependía de que los miembros varones de la familia y los ancianos de la comunidad dieran garantías, a menudo por escrito, de que en el futuro cumplirían el código de vestimenta prescrito.
«Además de castigar a las mujeres por su vestimenta, asignar responsabilidad por lo que visten a los hombres viola la independencia femenina, perpetúa un sistema institucionalizado de discriminación y control y disminuye aún más su lugar en la sociedad», dijeron los expertos.
EFE