Diputados del partido italiano gubernamental de la Liga presentaron un proyecto de ley que prevé ayudas de hasta 20.000 euros para las parejas menores de 35 años que se casen pero sólo por el rito católico, ante el crecimiento de los matrimonios unidos civilmente.
El proyecto de ley fue depositado por cinco diputados de la Liga cuando se abrió la legislatura el pasado 13 de octubre, pero su contenido salió a la luz hoy en medios de comunicación y prevé una reducción de impuestos de hasta 20.000 euros «para gastos documentados relacionados con la celebración de una boda religiosa como invitaciones, decoración floral, ropa de los novios, servicio de ‘catering’, de peluquería y de fotografía».
La ayuda prevista en el proyecto de ley, que para entrar en vigor deberá ser aprobado en el Parlamento, consiste en «una deducción del impuesto bruto por importe del 20 por ciento de los gastos, hasta un total de 20.000 euros»; según la ley, «el gasto para el Estado se cuantifica en 120 millones para 2023, 90 millones para 2024 y 85 millones para 2025».
El proyecto de ley analiza las cifras de matrimonios civiles, que, “pese a haber sufrido una importante caída en los primeros meses de 2020, habían mostrado una variación negativa más contenida en comparación con los matrimonios religiosos en medio de la pandemia”.
Según los relatores del proyecto de ley, «las razones que alejan a las parejas jóvenes del altar y que las llevan a plantearse única y exclusivamente el matrimonio civil son muchas y de diversa índole. En primer lugar, el matrimonio civil es en sí mismo una celebración menos onerosa que el matrimonio religioso».
Por lo tanto, aseguran, «la elección no estaría ligada únicamente a la fe de los esposos, al reconocimiento mutuo y la pertenencia a la Iglesia católica, sino al problema de los gastos de una ceremonia religiosa».
Para beneficiarse de la ayuda a través del sistema de deducción fiscal, se prevén algunas condiciones esenciales: «los novios deben tener menos de 35 años, deben haber declarado ingresos no superiores a 23 mil euros, deben tener ciudadanía italiana durante al menos diez años y casarse en Italia y por la Iglesia».
Los partidos de la oposición rechazaron totalmente este tipo de ayuda calificándola de «inconstitucional».
El diputado Domenico Furgiuele, primer firmante del proyecto de ley, aseguró que «durante el debate parlamentario se extenderá a todas las bodas, independientemente de que se celebren en la iglesia o no».
Con información de EFE