Las autoridades rusas clasificaron el lunes a la principal organización de defensa de los derechos de las personas LGBT+ del país como “agente extranjero”, lo que previsiblemente complicará su trabajo.
La organización LGBT-Set, que se fundó en 2006 y opera en varias regiones del país, ha sido incluida en el registro del ministerio de Justicia de “agentes extranjeros”, que incluye tanto a oenegés como a medios de comunicación, activistas, abogados y periodistas.
La clasificación como “agente extranjero” obliga a las organizaciones, medios de comunicación o individuos afectados a publicitar esta condición en todas sus publicaciones, incluidas las redes sociales, y a cumplir con tediosos procedimientos administrativos.