El régimen provincial de La Habana anunció que, a partir del próximo jueves, y debido a “la situación existente con la disponibilidad de productos”, los ciudadanos de la capital solo podrán comprar de las tiendas estatales en el municipio en donde residen.
En la nota, las autoridades habaneras señalaron que el objetivo de la medida es “hacer más viable la venta, lograr mayor equidad y por consiguiente disminuir la aglomeración de personas en los establecimientos”.
De tal manera, todos los productos en las tiendas de la cadena Caribe y Cimex -ambas estatales- serán controlados y regulados por el Gobierno. Además, la compra se anotará en la libreta de abastecimiento de los ciudadanos.
Otra medida que se implementará a partir del jueves será la organización de ciclos de ventas de productos controlados. Aunque, aclara la nota, se realizarán “en correspondencia con las posibilidades reales de abastecimiento y logística”.
La llamada municipalización ya se aplicó en la isla durante los momentos más duros de la pandemia, y ahora cae en un momento en el que se registra desabastecimiento en productos básicos para los hogares cubanos.
El régimen insular presentó en febrero en la Asamblea Nacional del Poder Popular una propuesta de ley de soberanía alimentaria con el objetivo de aumentar la producción agrícola y así reducir su dependencia de las importaciones.
La isla (con 11,2 millones de habitantes) importa entre el 60% y el 70% de los alimentos que consume con un gasto aproximado que supera los 2.000 millones de dólares anuales, según los datos oficiales.
Hasta el momento, la medida no afecta a las tiendas que venden en divisas, muchas veces inalcanzable para el ciudadano promedio.
La combinación de la pandemia, el endurecimiento de las sanciones del embargo económico que aplica EEUU a Cuba y los errores en la gestión macroeconómica han generado escasez de productos básicos, carestía, la dolarización parcial de la economía y una gran inflación.
Con información de EFE