El Ministerio del Interior de Bielorrusia confirmó este lunes que el activista de la oposición Roman Protasevich, que estaba a bordo del vuelo desviado de Ryanair, está detenido en la capital Minsk y descartó los informes no confirmados de que fue hospitalizado.
Por Infobae / Con información de AFP y Europa Press
El vuelo de pasajeros procedente de Atenas (Grecia) y con destino a Vilna (Lituania) fue desviado el domingo cuando se encontraba en el espacio aéreo bielorruso por una supuesta amenaza de bomba, lo que provocó una fuerte condena de la comunidad internacional ante el aterrizaje forzoso del avión en Minsk.
Anteriormente, los medios de comunicación bielorrusos informaron de que la madre de Protasevich había recibido informaciones no confirmadas de que su hijo estaba en el hospital y en estado crítico por problemas cardíacos. “Esta información no se corresponde con la realidad”, dijo el ministerio en su canal de Telegram. Añadió que “el detenido está bajo custodia” y se encuentra en el Centro de Detención Nº1 del centro de Minsk.
“La administración de la institución no ha recibido ninguna queja sobre su salud”, aclararon las autoridades del régimen de Alexander Lukashenko.
Tras esos trascendidos, la televisión pública difundió este lunes el primer video de Protasevitch, detenido en Minsk. En el clip, el opositor afirmó que está colaborando con las autoridades bielorrusas.
“Las personas se están comportando conmigo de manera totalmente adecuada y total respeto de la ley. Continúo colaborando con los investigadores y empecé a confesar sobre la organización de manifestaciones masivas”, dijo en este video, en el que está sentado frente a una mesa y se dirige a la cámara.
No obstante, las imágenes generaron fuertes suspicacias en las redes sociales, donde los usuarios alertaron que esas palabras podría haberlas pronunciado contra su voluntad.
Junto con su cofundador Stepan Putilo, Protasevich dirigía hasta hace poco los canales de telegramas Nexta, que ayudaron a movilizar a los manifestantes durante las manifestaciones que se apoderaron de la ex-soviética Bielorrusia durante meses, tras las polémicas elecciones del pasado mes de agosto, en las que Lukashenko se proclamó ganador pese al desconocimiento de la oposición y de gran parte de la comunidad internacional.
En estos meses los manifestantes salieron a las calles para exigir la dimisión de Lukashenko, que ha gobernado Bielorrusia durante más de dos décadas y es considerado “el último dictador” de Europa.
El año pasado, el periodista de 26 años y Putilo, que huyeron a Europa, fueron incluidos en la lista bielorrusa de “individuos involucrados en actividades terroristas”. En Minsk se les acusa de provocar disturbios masivos, un delito castigado con hasta 15 años de cárcel. Por ese motivo, Protasevich se encontraba exiliado.
El activista y una mujer que también viajaba en el vuelo de Ryanair fueron detenidos en Minsk, según ha informado la Embajada rusa en Bielorrusia a través de un mensaje publicado en Facebook. La mujer sería la pareja de Protasevich, una ciudadana rusa.
Medios oficiales bielorrusos han señalado que el desvío del avión se ordenó por decisión directa de Lukashenko, quien habría recibido información sobre la posible presencia de una bomba en el aparato. El mandatario fue también quien ordenó una escolta con un avión de combate MiG-29, según la agencia de noticias BelTA.
El padre de Protasevich, Dimitri Protasevich, explicó en una entrevista con la emisora bielorrusa Svoboda que está convencido de que “no solo está implicado” el servicio secreto bielorruso, sino que ha insinuado una participación de Rusia. “La operación es de tal calado como para escupir sobre la comunidad internacional al completo y sobre su opinión”, ha afirmado, al tiempo que ha calificado de “acto terrorista” este desvío del avión.
El reportero, antiguo director del canal de Telegram Nexta, la principal fuente de información sobre las protestas antigubernamentales que estallaron tras las fraudulentas elecciones presidenciales de agosto de 2020, podría ser condenado a 15 años de cárcel.
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos han exigido su inmediata liberación, al igual que la oposición bielorrusa en el exilio, que acusa al KGB de haber detenido a Protasevich en el marco de una operación especial. Rusia, aliado de Minsk, defendió la actuación de las autoridades bielorrusas y, con respecto a la detención del opositor, la ha considerado un asunto interno.