El número de civiles muertos tras el ataque ruso del sábado contra la ciudad de Odesa ha ascendido a diez, entre ellos dos bebés de menos de un año, según informó el gobernador de la región, Oleg Kiper.
El cuerpo de una mujer fue recuperado de entre los escombros en la mañana del domingo, escribió Kiper en su canal de Telegram, para agregar poco después que junto a ella se había hallado también el cadáver de un bebé.
«La madre trató de cubrir al bebé de ocho meses con su cuerpo. Los encontraron abrazados», afirmaron por su parte los Servicios de Emergencia del Estado (DSNS), que publicaron una foto pixelada del rescate de los restos mortales de entre los escombros.
«El número total de muertos, por desgracia, ha subido a 10», agregó la institución.
Entre las víctimas cuyos cuerpos sin vida se recuperaron ayer ya figuraba una mujer con su bebé de cuatro meses, así como un niño de dos años de edad.
El ataque ruso con drones kamikaze de fabricación iraní destruyó varios bloques de apartamentos en la ciudad costera del sur de Ucrania en la noche del viernes al sábado.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, condenó los ataques y pidió más defensas antiaéreas a los aliados occidentales.
«El escudo aéreo ucraniano debe ser reforzado para proteger de forma efectiva a nuestra gente del terror ruso. Más defensas aéreas y misiles antiaéreos es lo que salva vidas», escribió el mandatario en un mensaje en Facebook, acompañado de un vídeo que mostraba las labores de rescate tras el ataque.
EFE