Al menos 33 personas, incluidos tres niños, resultaron heridas este domingo por el impacto en un edificio residencial de una bomba aérea guida lanzada por Rusia contra la ciudad nororiental de Járkov, según el alcalde, Igor Terejov.
«Ya se sabe de 33 civiles heridos en el edificio de gran altura. El enemigo alcanzó el décimo piso del edificio, el fuego se extendió a cuatro pisos, del 9 al 12», escribió el alcalde en su canal de Telegram.
El jefe de la Administración Militar Regional, Oleg Siniegúbov, explicó en su propio canal de Telegram que entre los heridos hay al menos tres niños.
Una entrada del edificio quedó destruida, dijo, y advirtió de la posibilidad de que haya gente bajo los escombros.
Según Siniegúbov, los rusos lanzaron seis bombas aéreas guiadas sobre la región. En estos momentos continúan las operaciones de rescate y extinción del incendio.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, señaló en Telegram que el mundo debe ayudar al país «a protegerse contra los aviones militares rusos, contra docenas de bombas aéreas guiadas que se cobran la vida de ucranianos todos los días».
«Este terror se puede detener. Pero para detener el terrorismo, es necesario detener el miedo a decisiones firmes que son objetivamente necesarias. Sólo la determinación puede poner fin a esta guerra de manera justa. Es la determinación lo que protege más eficazmente contra el terrorismo», recalcó.
Zelenski aludía así a la autorización que espera de EEUU y el Reino Unido para que Ucrania pueda utilizar sus misiles de largo alcance contra territorio ruso, para, entre otros objetivos, alcanzar y destruir los aeródromos rusos desde los que se lanzan las bombas aéreas guiadas. EFE