El presidente de Rusia, Vladímir Putin, felicitó a las mujeres rusas por el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, una celebración que en este país carece de trasfondo político y no es utilizada como marco para reivindicaciones feministas pese al gran número de casos de violencia de género.
«Hoy en cada hogar, en cada familia, se escuchan palabras sinceras de reconocimiento y ternura. Se las decimos a nuestras madres, abuelas, esposas, hermanas, hijas, amigas, colegas», afirmó en una intervención televisada con ocasión de la fecha.
El mandatario señaló que la «tradición de celebrar el 8 de marzo crea un estado de ánimo especial a todos, que simboliza la llegada de la primavera, reivindica el papel de la mujer en nuestra vida, en la conservación de los valores reales que han existido siempre y que, espero, se mantendrán como una inspiradora orientación moral».
En particular, el jefe de Estado ruso felicitó a las mujeres que trabajan en el sector de la salud, al destacar las difíciles condiciones de trabajo durante la pandemia, en las que muestran «bondad espiritual y profesionalidad».
«Agradezco a todas las mujeres, médicos y sanitarias, enfermeras y cuidadoras, todas las que salvan vidas y cuidan a los enfermos en las zonas ‘rojas’ como parte de los equipos de ambulancias, en los hospitales y policlínicos», dijo.
Putin recordó que «la sensibilidad, la participación, la atención bondadosa a veces son tan necesarias como las medicinas».
El 8 de marzo es considerado en Rusia una fiesta nacional en la que tradicionalmente se felicita a las mujeres y se les regala flores, aunque aún no existe una ley específica sobre la violencia de género ni tampoco estadísticas oficiales, y miles de mujeres mueren cada año en este país a manos de sus parejas.
EFE