El vuelo inaugural del cohete Ariane 6, que acumula más de tres años de retraso y ha sumido la política espacial europea en una crisis inédita que ha obligado incluso a recurrir a lanzaderas del estadounidense Space X, se producirá en una ventana entre el 15 de junio y el 31 de julio del año próximo.
El anuncio de esa fecha lo hizo este jueves el director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), Josef Aschbacher, que rodeado en una conferencia de prensa de los otros grandes dirigentes de las empresas e instituciones implicadas en Ariane 6, se mostró convencido de que «juntos hemos conseguido salir de la crisis».
«Hoy es un gran día para la Europa espacial», afirmó Aschbacher, que reconoció una serie de errores y aseguró que «hemos aprendido las lecciones».
Sobre todo, se felicitó por el respaldo político recibido al programa de lanzaderas de la ESA en la cumbre europea del espacio que se celebró en Sevilla los pasados 6 y 7 de noviembre.
«Éxito completo» del ensayo del 23 de noviembre»
El elemento fundamental para poder fijar el calendario presentado hoy, que se debería afinar entre marzo y abril del año próximo, fue el «éxito completo» del ensayo que se llevó a cabo el pasado día 23 en la base de lanzamientos de Kurú, en la Guayana francesa, con una cuenta atrás completa del lanzamiento y el encendido durante siete minutos del motor central, el Vulcain 2.1.
El próximo 7 de diciembre está programado un nuevo test en el centro de Lampoldhausen, en Alemania, en la que se comprobará el comportamiento de la etapa superior del cohete y se evaluarán los límites de funcionamiento en condiciones adversas.
El 15 de diciembre en Kurú se hará otra vez un ensayo representativo de una cronología de lanzamiento para anticipar situaciones inesperadas.
El Ariane 6 del vuelo del lanzamiento, que como todos los cohetes se fabrica en las factorías de ArianeGroup en Europa, hará el viaje en barco hasta la Guayana francesa en febrero para su montaje en la base de lanzamiento y la revisión de su cualificación, que debería llevarse a cabo en abril.
El primer vuelo de este modelo de cohete que ha sido concebido parta poner en órbita cargas de hasta 20 toneladas (con el tiempo esa capacidad debería aumentar a 23 toneladas), llevará una serie de satélites menores, en espera del segundo lanzamiento, que en realidad será el primero de carácter comercial.
Primer vuelo comercial a finales de 2024
Stéphane Israel, consejero delegado del consorcio Arianespace responsable de la comercialización de las lanzaderas europeas, indicó que se espera que eso ocurra «a finales» de 2024 y que luego la intención es organizar «el mayor número de vuelos posibles en 2025».
El programa industrial es realizar entre 9 y 10 vuelos del Ariane 6 cada año, señaló Isael, que recordó que Arianespace tiene ya en cartera pedidos para 28 lanzamientos del Ariane 6, lo que a su parecer muestra la «competitividad» de este cohete que tanto se ha hecho esperar.
De acuerdo con los cronogramas iniciales, su primer vuelo debería haberse realizado en 2020 y eso habría permitido una transición suave con el cohete al que viene a suceder, el Ariane 5 del que se lanzó el último ejemplar en julio pasado.
Pero diversos problemas técnicos, industriales y políticos fueron acumulando retrasos, y a eso se vinieron a sumar el fin de la cooperación con Rusia por la invasión de Ucrania, que ha privado a los europeos del cohete Soyuz, y el fracaso en diciembre de 2022 de Vega C, la nueva versión de esta lanzadera para pequeñas cargas.
La falta de acceso al espacio ha conducido a la pérdida para los europeos de varios contratos, tanto institucionales como comerciales.
Pero además, la Comisión Europea ha tenido que tragarse sapos y contratar los servicios del estadounidense Space X, el grupo espacial de Elon Musk, para el lanzamiento con cohetes Falcon 9 de cuatro de sus satélites de la constelación Galileo que tendrían que haber sido puestos en órbita por cohetes europeos si hubieran estado disponibles. EFE