Lo que tantas películas de Hollywood imaginaron y llevaron a la pantalla grande, la ciencia, de la mano de la NASA lo hará real: impactar un asteroide para desviar su curso.
Con información de INFOBAE
Si bien aquí no hay una amenaza latente de choque, ni un reloj con cuenta regresiva que mida el tiempo que le queda a la Tierra antes de su destrucción, los científicos estadounidenses desean probar la última tecnología disponible como una posible futura “defensa planetaria” ante un objeto potencialmente peligroso con dirección directa a nosotros.
La misión espacial de la NASA se llama DART (Double Asteroid Redirection o prueba de redirección de doble asteroide), y será lanzada el próximo mes a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9. Viajará 3 meses por el espacio hasta llegar al objeto y luego en septiembre de 2022 impactará a un pequeño asteroide llamado 65803 Didymos B (del griego que significa “gemelo”), que es una luna de 160 metros de diámetro que orbita a Didymos A, otro asteroide de mayor tamaño (750 metros de diámetro), y juntos conforman un sistema binario. Ambos están situados a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra.
“La nave espacial DART chocará contra la luna casi de frente a aproximadamente 6,6 kilómetros por segundo, una velocidad que es más rápida que una bala y lo suficientemente veloz como para cambiar la velocidad de la luna en una fracción del 1%”, explicó la NASA. Aunque parece un pequeño cambio, este impacto cambiará el período orbital de la luna en varios minutos.
Esta hazaña de redireccionamiento doble de asteroides de la NASA, es la primera misión espacial que busca probar esta o cualquier otra técnica de desvío de asteroides. Los expertos afirman que la nave espacial no se ralentizará, y chocará intencionalmente contra la pequeña luna del asteroide Dimorphos en una técnica espacial llamada “impactador cinético”. Al ser relativamente pequeños ambos asteroides, los telescopios ópticos terrestres los ven como un único punto de luz que fluctúa en brillo. El intervalo de esas fluctuaciones cambiará después del impacto de DART.
La NASA aclaró que ninguno de estos asteroides representa un riesgo actual para la Tierra, pero remarcó que con este impacto se espera demostrar y medir el desvío en la órbita de Didymos B como consecuencia del choque. Cualquier cambio en la órbita del objeto más pequeño será más fácil de medir desde la Tierra y proporcionará un buen indicador de si se ha desviado con éxito de su trayectoria original. “Se trata de un momento emocionante el que estamos viviendo y creo que DART hará una gran demostración”, explicó Ed Lu, un astronauta retirado de la NASA y fundador de la Fundación B612, una organización sin fines de lucro que trabaja en la detección y desviación de asteroides.
“El sistema Didymos es demasiado pequeño y está demasiado lejos y se lo observa como un punto de luz. Pero podemos obtener los datos que necesitamos midiendo el brillo de ese punto de luz, que cambia cuando Didymos A rota y Didymos B orbita”, señaló Andy Rivkin, uno de los científicos del equipo DART. Según el investigador, los cambios en el brillo indican cuándo la pequeña luna Didymos B pasa por delante o queda oculta detrás de Didymos A. Estas observaciones ayudarán a los científicos a determinar la posición exacta de ambos asteroides y el tiempo de impacto para maximizar el efecto de desviación de Didymos B tras el choque.
Cómo es la nave kamikaze de la NASA
Dart es una nave de 500 kilos de peso con forma de cubo, de 1.14 metros de ancho, 1.24 metros de alto y 1.32 metros de profundidad. Tiene 2 paneles solares que alcanzan un ancho de 12.5 metros cuando se despliegan.
Una vez lanzado, desplegará el Roll Out Solar Arrays (ROSA) para proporcionar la energía solar necesaria para el sistema de propulsión eléctrica de DART. La nave espacial demostrará el sistema de propulsión solar eléctrica comercial (NEXT-C) del propulsor de xenón evolutivo de la NASA como parte de su propulsión en el espacio. NEXT-C es un sistema de próxima generación basado en el sistema de propulsión de la nave espacial Dawn y fue desarrollado en el Centro de Investigación Glenn de la NASA en Cleveland, Ohio. Al utilizar la propulsión eléctrica, DART podría beneficiarse de una flexibilidad significativa en la línea de tiempo de la misión mientras demuestra la próxima generación de tecnología de motores de iones, con aplicaciones para posibles misiones futuras de la NASA.
La nave espacial tiene un único instrumento científico llamado DRACO (Didymos Reconnaissance & Asteroid Camera for OpNav) , un telescopio de doble propósito para observar el asteroide en alta resolución y para la navegación autónoma. Fue construida por el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad Johns Hopkins.
Tras su lanzamiento, DART navegará por el espacio cerca de un año y luego se estrellará contra el asteroide a una velocidad de aproximadamente 24.000 kilómetros por hora. Pero antes, la nave espacial lanzará una cámara del tamaño de una caja de zapatos hecha por la Agencia Espacial Italiana que buscará observará cómo la nave espacial se estrella tomando fotos de la lluvia de escombros y tal vez incluso del cráter resultante. La ventana de lanzamiento de la nave espacial DART comienza el 24 de noviembre de 2021. DART se lanzará a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9 desde la Base de la Fuerza Aérea Vandenberg, California. La misión recuerda a la película de acción y ciencia ficción de 1998 “Armageddon”, en la que la agencia espacial despliega un equipo de civiles para aterrizar en un asteroide y detonarlo antes de que destruya la Tierra.
La distancia de la Tierra a la que estarán el asteroide y su luna en el momento de la colisión es lo suficientemente cercana como para que los telescopios puedan observar lo que sucede. Dos años después del impacto de DART en Didymos B, la Agencia Espacial Europea lanzará una misión llamada Hera para estudiar ambos asteroides en profundidad. Esto permitirá a los científicos analizar el cráter de impacto de DART y comprender el efecto completo de la misión.
El presupuesto total de DART es de 313,9 millones de dólares distribuidos en 8 años, incluido el desarrollo de naves espaciales, el vehículo de lanzamiento y las operaciones hasta el final de la misión a finales de 2022.