En la presentación del tradicional análisis anual de costos que supone para la familia venezolana el regreso a clases, el secretario general de la Alianza del Lápiz, Eric Daniel Ondarroa, estimó que los gastos relacionados al reinicio de actividades equivalen -al menos- a 312 dólares por alumno.
«14 salarios mínimos tiene que invertir para que su hijo se pueda formar», recalcó el dirigente político para pasar a detallar que solo en uniformes la inversión ronda los $70. Dejó claro que esto incluye solo una dotación básica: camisa, franela deportiva, pantalón, mono, y dos pares de zapatos, por el uso obligatorio de los deportivos.
En rueda de prensa, desde el Comando Nacional del Lápiz, Ondarroa precisó a los medios de comunicación que hoy leer y escribir «es un lujo» para los infantes criollos. Subrayó que solo libros y útiles escolares representan $228 para la golpeada economía de las familias más vulnerables. «10 salarios mínimos es lo que tiene que invertir una madre para cubrir los libros en este inicio de año escolar», sumó.
Adicionalmente, el portavoz del movimiento de la educación denunció que no hay garantías para el transporte escolar. Dijo que en el país hay un altísimo déficit de unidades de transporte público y en las zonas rurales muchos niños no cuentan con zapatos para ir a la escuela. Aseguró que esto también representa un golpe al bolsillo de casi 15 dólares al mes por alumno.
Citando a Antonio Ecarri, presidente nacional de esta organización social y política, Ondarroa dijo que la preocupación del Lápiz es que los niños coman para poder aprender. «Estos son los temas que tenemos que discutir (…) Hoy nosotros hacemos un llamado al Gobierno Nacional y al resto de los actores políticos de la oposición, especialmente al G4. En lugar de estarse reuniendo en San Antonio de los Altos, a escondidas de los venezolanos, para un aparente diálogo donde solo se benefician unos pocos, atendamos la crisis educativa», enfatizó.
En torno a este último tema, hizo una propuesta destacando que los 6.8 millones de niños matriculados, según el Ministerio de Educación, en el sistema escolar público, representan un gasto de 2.200 millones de dólares.
Partiendo de esto, planteó que se procuren consensos para destinar los fondos públicos que manejan ambas partes para que el diálogo sea útil para las familias venezolanas: «Es el momento de que pensemos en el país (…) Un país que no tiene la educación como primer punto de la agenda nacional es un país que está condenado al hambre, al atraso y a la miseria».
Ante la interrogante de los periodistas que atendieron el pronunciamiento en torno a las recientes declaraciones de la ministra de Educación, Yelitze Santaella, en el marco de la Cumbre sobre la Transformación de la Educación de las Naciones Unidas (ONU), Ondarroa instó a la funcionaria a que, «en vez de ir a Nueva York a meterle embustes a la Comunidad Internacional», se ocupe de recuperar las escuelas en las zonas más vulnerables del país».