La compañía petrolera estatal de Venezuela, PDVSA, ha recibido su primer cargamento de petróleo condensado de 2022 procedente de su aliado Irán, un insumo clave para aumentar la producción hasta su ambicioso objetivo de 1,5 millones de barriles diarios.
Un barco con 2 millones de barriles del hidrocarburo utilizado para diluir el crudo extragrueso del país caribeño ha llegado al puerto venezolano de José, según informó a la agencia Bloomberg una persona familiarizada con la situación. Los documentos de embarque enumeran el contenido del buque como “material craqueado”, dijo la persona, señalando que en realidad lleva condensado.
El barco se identifica en los documentos internos como el “Stharla”, según la persona con conocimiento de la situación, aunque no hay registros de un barco con ese nombre; hay un Starla registrado en Irán.
Es costumbre disfrazar los nombres de los barcos en los puertos venezolanos y apagar los transpondedores de los satélites para que los buques no sean rastreados violando las sanciones de Estados Unidos contra el régimen de Nicolás Maduro.
Este es el quinto cargamento de condensado que la estatal PDVSA recibe de Irán desde septiembre de 2020. Venezuela importó 2 millones de barriles de condensado iraní en 2020 y 4,6 millones de barriles en 2021, desairando las sanciones petroleras de Estados Unidos al país.