Cerca de 200 venezolanos permanecen varados desde el miércoles 15 de junio en el aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz, luego de que la aerolínea Conviasa no completara la ruta de su vuelo Caracas-Buenos Aires, sino que aterrizara en Bolivia, en medio del escándalo por el avión venezolano-iraní retenido en Argentina.
La aeronave involucrada era un segundo avión venezolano-iraní, un Airbus A340-642, matrícula YV3535, que fue transferido recién el lunes 13 de junio de Mahan Air a Venezuela.
Al hacer la escala en Bolivia, Conviasa informó a los pasajeros que la conexión entre Santa Cruz y Buenos Aires se completaría con un avión contratado a Boliviana de Aviación (BoA), la línea bandera del Gobierno boliviano. Sin embargo, esto no se concretó, y hay cientos de venezolanos varados en ambas ciudades.
La mayoría de los varados en Santa Cruz fueron ubicados en hoteles, mientras que un grupo menor retornó a Caracas en el mismo avión de Conviasa.
Ronald Casso, gerente de BoA, explicó al diario El Deber que la empresa no realizó la conexión porque “para este tipo de vuelos se necesita un permiso especial, que debía ser autorizado por Argentina. Es la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) la que nos informa que todo el trámite iba a tardar al menos 48 hora».
Conviasa, por su parte, no ha informado a los pasajeros varados cuándo será reprogramado el vuelo. En un escueto comunicado afirmaron que “una vez aprobados los permisos por la Administración Nacional de Aviación Civil de Argentina les estaremos informando sobre la reprogramación de sus vuelos”.