En el marco del Día por la Despenalización y Legalización del Aborto, organizaciones no gubernamentales y activistas denunciaron el silencio que hay en Venezuela sobre la necesidad de que se autorice a las mujeres la interrupción del embarazo.
Actualmente en Venezuela el aborto solo es permitido cuando se pone en riesgo la salud de la gestante.
“Una de las cosas más sorprendentes de abordar el tema de la despenalización del aborto es el profundo desconocimiento que hay en el colectivo venezolano. Se desconoce que es un derecho humano, un derecho de salud pública, que pretende que las mujeres puedan disfrutar plenamente de su sexualidad”, indicó la abogada Venus Faddoul, cofundadora y directora de la organización 100 % Estrógeno.
Asimismo, Gabriela Buada, directora de Caleidoscopio Humano, aseguró que es indispensable la reeducación entre periodistas, activistas jóvenes e incluso defensores y defensoras de derechos humanos que hoy incluyen la perspectiva de género entre sus áreas de acción.
“Con lo que le ocurrió a Vanessa Rosales logramos ver también el profundo desconocimiento y la cobertura solapada y temerosa de varios medios de comunicación. Sin embargo, sabemos que hay muchas prácticas clandestinas y de lucro económico de las que no se habla en el país”, señaló la directora de Caleidoscopio Humano.
Buada, señaló que el caso de la activista Vanessa Rosales puso en relieve la situación del aborto en Venezuela, ya que la práctica es conocida, pero continúa siendo un secreto a voces y segura para las personas más privilegiadas económicamente.
“Con este caso ponemos en contexto hablar de aborto en Venezuela. Siempre es muy lejano, incluso dentro del propio movimiento de derechos humanos se ve muy distante defender este tipo de hechos, lo que tiene que ver con el derecho a elegir, lo que es tu cuerpo y lo que es tu vida”.
Al respecto, Faddoul destacó que el Estado venezolano es patriarcal, misógino y ni siquiera ha dejado que se lleve a discusión la despenalización del aborto.
Para Faddoul, Venezuela incumple con los tratados internacionales al seguir penalizando el aborto. «A diferencia de Centroamérica, Venezuela sí ha firmado casi todos los tratados internacionales que defienden los derechos de la mujer. El Estado está en mora», agrega.
Finalmente, la activista resaltó que la despenalización debe ser absoluta, porque entre las mayores consecuencias está la muerte y criminalización de las gestantes.
“Necesitamos en el mediano plazo lograr la no penalización por las tres causales humanitarias: cuando la mujer ha sido violada, cuando el embarazo no sea viable y cuando ponga en peligro a la madre. Es necesario luchar por este derecho sexual y reproductivo que ha sido tan difícil alcanzar en la región. El aborto es un derecho humano porque incluyes la no discriminación, la autodecisión, el uso y disfrute sobre tu propio cuerpo”, concluyó Faddoul.