Para el representante del Gobierno Interino ante las Bahamas, Rafael Domínguez, es lamentable que los países de la región deban compartir un espacio de diálogo y debate con un representante ilegítimo del Estado Venezolano. Asegura que resulta además, poco coherente «como la Comunidad Internacional siendo testigo y consciente de las atrocidades cometidas por el régimen venezolano, permita que Nicolás Maduro se siente con el resto de los líderes de la región iberoamericana».
«Esto resulta un sinsentido cuando la Misión Internacional de Determinación de los Hechos sobre Venezuela, establecida en 2019 por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, ha afirmado que existen pruebas suficientes para creer que el régimen de Nicolás Maduro ha sido responsable de la comisión de crímenes de lesa humanidad», asegura.
Asevera que «el hecho de que Maduro y su equipo participen en esta Cumbre pone en duda el prestigio de la misma y el resultado de lo que allí se genere. Espacios como estos deben ser aprovechados al máximo y tomados con seriedad, más aún cuando atravesamos por una pandemia que ha afectado a millones de personas”, afirma Domínguez.
Insiste en que «es inaudito que un régimen responsable de la comisión de crímenes de lesa humanidad, que atenta a diario contra la dignidad humana del pueblo venezolano, pueda tener voz y voto en en una Cumbre cuyo lema central es: innovación para el desarrollo sostenible».
«¿Cómo se puede hablar sobre desarrollo sostenible e innovación con una persona que no garantiza ello? ¿Cómo se puede hablar de Derechos Humanos con un régimen que no los respeta ni los garantiza? Esas son las preguntas que debemos hacernos al pensar en la presencia de Maduro en una Cumbre tan importante», concluye.