La dirección nacional del partido Encuentro Ciudadano se mantiene atenta al curso de las investigaciones desarrolladas en la República de Argentina, que comprometen un avión de bandera venezolana cuya tripulación ha levantado severas sospechas sobre las actuaciones en el continente de organizaciones de Irán ligadas al terrorismo internacional.
A través de un comunicado la organización encabezada por Delsa Solórzano, detalló que la aeronave se encuentra retenida y también la tripulación compuesta de ciudadanos iraníes y venezolanos, los cuales están a las órdenes de un tribunal penal, que ya ha realizado allanamientos y la incautación de pasaportes. Todo esto ocurre en un país que ha sufrido severos atentados terroristas.
Es lógico que las sospechas se extiendan a la usurpación venezolana. Nicolás Maduro recientemente realizó una visita a la República Islámica de Irán en la que suscribió acuerdos de cooperación con la autocracia allí reinante de una naturaleza y alcance francamente desconocidos por la ciudadanía venezolana.
Todo indica – agrega el comunicado – que hay una relación del personal iraní retenido en Argentina con la llamada Fuerza Quds, unidad de operaciones especiales y de inteligencia del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán.
El solo itinerario cumplido por el avión de Conviasa por aproximadamente un mes, entre Caracas, Teherán, Belgrado y México, con el aparente pretexto de transportar cargas, como cigarrillos y autopartes, por cierto, negada por una empresa automotriz argentina que las haya solicitado, obviamente debe alertar a los gobiernos democráticos de la región en torno a operaciones de mayor profundidad de carácter político que impliquen al Foro de São Paulo, o sus derivados: es evidente la presencia de órganos de inteligencia tan extraños a América Latina y al Caribe, como Quds, en una coyuntura tan particular, añadidos los intereses de supervivencia de largas dictaduras como las de Venezuela, Nicaragua y Cuba.
La dirección nacional de Encuentro Ciudadano ha instruido a su fracción parlamentaria para denunciar y agotar las investigaciones que sean posibles en la comisión correspondiente de la Asamblea Nacional, y persiste en alertar a la opinión pública venezolana en torno a las vinculaciones de la usurpación con fuerzas y corrientes ultrafanáticas, fundamentalistas o integristas ajenas al talante venezolano.