Este viernes 21 de octubre se realizan en el campus de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) de Montalbán las exequias del ex rector Francisco José Virtuoso Arrieta, quien falleció el jueves a los 63 años de edad en Caracas.
El ritual tiene lugar en la parroquia María Trono de la Sabiduría, a donde han acudido profesores, estudiantes y trabajadores de la UCAB, además de egresados, dirigentes políticos y embajadores, para dar su último adiós al sacerdote jesuita.
Algunos de los presentes ofrecieron sus testimonios sobre el legado que deja el padre Virtuoso para la universidad y para Venezuela:
José Francisco Juárez, vicerrector académico y rector encargado:
«Francisco José Virtuoso significa para mí convicción de valores humanos cristianos, un hombre comprometido con la academia, la calidad y el país. Ciertamente hará mucha falta porque su trabajo incansable y preocupación por lo que ocurre alrededor nos demostró que es posible hacer las cosas cuando se tiene pasión. Quiero recordar el pensamiento que nos dejó: la universidad se construye a partir de discernir el presente”.
Jesús María Casal, decano de la facultad de Derecho:
«El Rector nos enseño que la universidad tiene que evaluarse, perfeccionarse y estar presente en todos los espacios de la creación científica, la investigación, la docencia y, al mismo tiempo, llegar al país. Nos dejó el legado de que la universidad debe estar presente en los grandes temas nacionales, analizándolos desde la perspectiva de la universidad. Colocó a la UCAB en las grandes discusiones sobre construcción de democracia y ciudadanía, recuperación de la funcionalidad democrática y lucha decidida contra cualquier manifestación de autoritarismo«.
Gustavo García, vicerrector administrativo:
«Su liderazgo y gestión hicieron posible que en todos los espacios de trabajo se instalaran capacidades claras para llevar a cabo las líneas de su rectorado. La universidad mantiene el reto de promover el conocimiento útil para contribuir con la transformación de la sociedad, que incluya un modelo educativo de calidad e inclusivo. Debemos ser cercanos a las situaciones que nos rodean, pues en esas interacciones está el poder transformador de la sociedad».
Clemencia Abad, directora de la escuela de Ciencias Sociales:
«El padre Virtuoso fue un ejemplo central para quienes hemos tenido la oportunidad de trabajar junto a él en dos cosas que eran parte de su pasión: la universidad como institución y nuestro país, Venezuela. Mantuvo siempre el carisma, el trabajo continuo, la dedicación, la curiosidad y el cariño por lo que se hace y con quienes se hace».
Miguel Goncalves, director Escuela de Administración y Contaduría:
“El legado fundamental que nos deja el padre Virtuoso, sin lugar a dudas, es comprender y manejar los tiempos que vivimos. Nos dejó un gran reto que quedó marcado en su último discurso, cuando nos invitó a redoblar los esfuerzos por mantenernos, conectarnos con la sociedad y demostrar que trabajamos para un mejor país. Fue un gran hombre, una gran persona. Le estoy eternamente agradecido por todo el apoyo y esfuerzo, por todos los consejos y la palabra a tiempo y humana que siempre tuvo para mí y para toda la universidad”.
Dra. Scarlet Salazar, directora del Centro de Salud Santa Inés.
«Nuestro centro de salud siempre recibió el apoyo de él en todos nuestros proyectos. Sentíamos de su parte la solidaridad hacia el más necesitado en nuestras jornadas comunitarias. Sentimos que, de alguna manera, perdemos a un protector, pero su legado es tan fuerte y tan importante que queda insertado en todos nosotros, en nuestro corazón y en nuestra fortaleza».
Carlota Fuenmayor, profesora Comunicación Social:
«Es difícil hablar en pasado de quien nos dejó un aprendizaje que durará para siempre. Venezuela está triste, pierde a un venezolano con ganas de construir el país que todos queremos. Nos queda honrar su legado y recordarlo con el alma y el corazón».
Ángela Solá, representante estudiantil ante el Consejo Universitario:
“Lo más impresionante que nos dejó el Rector fue, sin duda, su compromiso con el país, el reflejarlo a todos los ucabistas que saben y conocen que la educación es la apuesta fundamental para el país y para construir.
Miguel Jaua, representante estudiantil ante el Consejo Universitario:
«Nos enseñó a tener esperanzas y a luchar por una mejor Venezuela desde la UCAB. Desde la cercanía demostró cómo ser una buena autoridad e hizo un gran trabajo por la Universidad y por el país».