El régimen de Nicolás Maduro informó que en fecha 7 de junio de 2022 presentó ante la Corte Internacional de Justicia objeciones preliminares a la admisión de la demanda unilateral de Guyana contra Venezuela por la disputa por el Esequibo venezolano.
En un comunicado, la Cancillería venezolana explicó que «el objetivo de esta objeción preliminar es defender los derechos e intereses de la República, y procura que esa demanda no sea admitida por carecer de elementos esenciales para conformar un debido proceso».
Hasta ahora la posición de Venezuela ha sido su ineludible apego al Acuerdo de Ginebra de 1966 y su confianza en las negociaciones directas, rechazando que la Corte se involucre en el diferendo.
«Venezuela rechaza la instrumentalización de la Corte Internacional de Justicia para dirimir una controversia que demanda de una solución negociada, sin desmedro del debido respeto a esta instancia como órgano judicial principal de las Naciones Unidas», sostuvo la Cancillería.
«Venezuela espera que el asunto vuelva de inmediato al terreno de la negociación amistosa entre las partes y a la correcta aplicación del Acuerdo de Ginebra para dirimir la controversia territorial que justificó su suscripción», añadió.