La organización Transparencia Electoral exhortó a la comunidad internacional a desconocer los resultados de las fraudulentas elecciones parlamentarias realizadas por el régimen de Nicolás Maduro el 6 de diciembre en Venezuela.
«Se trató de un proceso completamente viciado desde su origen, con irregularidades documentadas en todas las fases del ciclo electoral», denunció la organización.
Detallaron que el proceso no cumplió con los más elementales requisitos para ser considerado transparente e íntegro: el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), servil al gobierno, nombró a las autoridades electorales (CNE) de manera inconstitucional, usurpando las funciones de la Asamblea Nacional legítima elegida en 2015. También intervino las directivas de los partidos políticos opositores del G4 (Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo) y nombró a nuevas autoridades, ya que las legítimas se negaron a participar en el proceso por falta de garantías. El CNE cambió el sistema electoral, facultad que solo tiene la Asamblea Nacional, aumentando inconstitucionalmente el número de curules a elegir de 167 a 277, e incorporando una circunscripción y lista nacional. Se despojó a la población indígena del voto directo y secreto, se usaron los recursos del Estado de manera indiscriminada a favor de una parcialidad política y se implementó un sistema de votación automatizado que no contó con las auditorías básicas por parte de técnicos independientes.
«Esta es solo una parte de la gran cantidad de irregularidades que distintas organizaciones tuvieron ocasión de registrar y pueden ser contrastadas. La gran mayoría de la ciudadanía se abstuvo de participar en unas elecciones en las que el resultado se conocía de antemano«, dijeron.
Ante este escenario, Transparencia Electoral exhortó a la comunidad internacional a hacer esfuerzos para que finalmente los venezolanos puedan celebrar elecciones generales libres, genuinas, transparentes y con observación electoral internacional.