Este lunes 14 de noviembre, el defensor de derechos humanos y director de la ONG FundaRedes, Javier Tarazona, cumple 500 días detenido arbitrariamente por el régimen de Nicolás Maduro, con un estado de salud cada vez más deteriorado.
Tarazona fue arrestado el 2 de julio de 2021 cuando acudió a la sede del Ministerio Público en Falcón para denunciar hostigamiento en su contra por parte de funcionarios del régimen.
Tras más de 24 horas en situación de desaparición forzada, Tarazona, junto a su hermano, Rafael Tarazona; y el coordinador de la ONG en el estado Falcón, Omar de Dios García, fueron presentados ante el Tribunal tercero de control con competencia en terrorismo, en Caracas, el cual les dictó medida privativa de libertad, imputados por los delitos de instigación al odio, traición a la patria y terrorismo.
El propio fiscal general del régimen, Tarek William Saab, admitió que la detención de Tarazona fue denunciar los vínculos de la dictadura con grupos narcoterroristas como el ELN y las disidencias de las FARC. “Denunció sin presentar siquiera una sola evidencia”, sostuvo Saab al evidenciar que la detención tenía un trasfondo político.
Tres meses después de la detención, Rafael Tarazona y Omar de Dios García fueron excarcelados con medidas cautelares, pero a Javier Tarazona lo mantienen en prisión.
Durante los 500 días que tiene recluido, la salud del director de FundaRedes se ha deteriorado significativamente, e incluso debió ser hospitalizado tras haberse contagiado por COVID-19. Sus familiares alertaron que Javier Tarazona podría sufrir “muerte súbita” por problemas de frecuencia cardiaca e hiperinsulinismo.
En diversas ocasiones, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó su preocupación por la situación de Tarazona. Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y organizaciones defensoras de derechos humanos han exigido su liberación.