El exministro chavista, Rafael Ramírez, advirtió que la escasez de gasolina en Venezuela no es un tema «puntual» sino un «problema crónico» que el régimen de Nicolás Maduro pretende ocultar.
«La escasez de gasolina no es un asunto puntual, se ha convertido en un problema crónico. Está allí permanentemente, a pesar de lo que digan los programas de odio del madurismo y la propaganda del Twitter», aseguró en su columna de opinión.
Quien fue presidente de PDVSA por una década explicó que la crisis por el desabastecimiento de combustible en el país es consecuencia de que «el sistema opera a muy baja capacidad y de manera inestable».
«Las dos Unidades de Catalítica del Complejo Refinador de Paraguaná (Amuay-Cardón) están fuera de servicio. Estas son las unidades más grandes del país, que producen los volúmenes necesarios de Nafta Catalítica para producir gasolina. Tienen meses detenidas; una de ellas tiene problemas con el Refractario y otra con el Compresor de Aire. La Unidad de Catalítica de la Refinería El Palito, también está fuera de servicio», detalló.
Ramírez aseguró que las largas colas de la gasolina que se registran en todo el país «son la evidencia clara, visible, de la pésima gestión del gobierno de Maduro en el sector petrolero, el resultado de sus decisiones sobre el petróleo venezolano. Son la denuncia de la destrucción y el colapso operacional de PDVSA y el desmantelamiento del Ministerio de Petróleo».
Recordó que el colapso operacional de PDVSA comenzó antes de que Estados Unidos impusiera sanciones contra el régimen venezolano.
«Ha sido producto de la arremetida del gobierno en contra de sus trabajadores y a la malversación y desviación de sus recursos operacionales. Siendo una empresa petrolera, la caída en su desempeño se puede medir; es verificable, es algo real, tangible, cuyas consecuencia las ha vivido todo el país. Las colas de la gasolina es solo uno de estos efectos», sostuvo.