Pocas horas ha tardado J.D. Vance en trolear a los demócratas y en particular a Kamala Harris, destinada a repetir como «número dos» de Joe Biden en las elecciones de noviembre, aprovechando las dudas sobre la capacidad del actual presidente para presentarse a la reelección.
Harris aprovechó la designación el lunes de Vance, senador de Ohio de 39 años, como candidato a la vicepresidencia con Donald Trump para iniciar los trámites del debate televisivo que los «números dos» deberían celebrar antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
La campaña Biden-Harris señaló este miércoles en un comunicado que la vicepresidenta aceptó el pasado 16 de mayo la primera invitación que recibió de una canal de televisión, CBS, para participar en el debate con su futuro rival republicano, que aún no había sido elegido.
En ese momento, Harris accedió a dos fechas propuestas por CBS para el debate: el 23 de julio o el 13 agosto. Posteriormente, CBS ofreció otra fecha, el 12 de agosto, que la vicepresidenta también ha aceptado, según detalla su campaña.
De esa manera, al final del comunicado, la campaña de Biden y Harris instó al equipo de sus rivales a fijar una fecha.
La respuesta de la campaña de Trump y Vance no se hizo esperar y llegó en forma de troleo.
«No sabemos quien será el nominado de los demócratas a la vicepresidencia así que no podemos comprometernos a una fecha ante de su convención (que se celebrará del 19 al 22 de agosto en Chicago)», señaló Brian Hughes, asesor principal de la campaña Trump-Vance.
Y añadió para echar más sal a la herida demócrata: «Hacerlo sería injusto para Gavin Newsom, JB Pritzker, Gretchen Whitmer o quien sea que Kamala Harris elige como su compañero».