Voluntad Popular condena el evidente saqueo de la cúpula corrupta del régimen contra los recursos de todos los venezolanos. Lo ocurrido en PDVSA, que no resulta un secreto para la opinión pública, confirma que Nicolás Maduro es el único responsable de la crisis humanitaria compleja que se vive en el país.
Es público y notorio que PDVSA y la cartera de petróleo ha sido la manzana de la discordia de la corrupción chavista. Rafael Ramírez está prófugo, Nelson Martínez fallecido en cautiverio, Eulogio Del Pino preso, ahora Tareck El Aissami renunciado y bajo investigación, él y todo su círculo más cercano, por los más de tres mil millones de dólares que se robaron la semana pasada de PDVSA, pero la verdad es que durante todos estos años se han robado cien veces más esa cifra.
Este caso deja al descubierto a la dictadura corrupta que por años ha responsabilizado de la crisis venezolana a las sanciones individuales sobre un grupo de funcionarios corruptos y violadores de derechos humanos. Los culpables de que el país atraviese esta hecatombe económica y social son ellos.
Mientras descaradamente el régimen dice a los maestros, jubilados y demás servidores públicos que no tiene recursos para saldar sus compromisos, miles de millones de dólares son robados de PDVSA sin que caigan los verdaderos responsables.
Encontraron en una casa de uno de los señalados 36 millones de dólares en efectivo, con eso pueden comer millones de venezolanos. La renuncia de Tareck El Aissami, encargado de la cartera de Petróleo del régimen, es una clara confesión de cómo han destruido el país.
Este escandaloso caso de corrupción también nos da la razón cuando, desde el gobierno encargado y la legítima Asamblea Nacional, se protegió el oro de Londres, Citgo, entre otros. Hoy todo estuviese perdido, robado o, en efecto, en casa de alguno de estos delincuentes.
Desde Voluntad Popular seguiremos en defensa, no solo de los recursos de todos los venezolanos, si no de la libertad y la democracia para que en Venezuela vuelvan a gobernar los valores de honestidad, transparencia y justicia.