La Fiscalía General de Colombia confirmó la detención de José Leonardo Quevedo Turizo, de tan solo 21 años y nacionalidad venezolana, quien fue capturado por la Sijín de la Policía Metropolitana de Bogotá, acusado de dos asesinatos de hombres de la comunidad LGBTIQ+.
Las autoridades no no descartan que existan más casos de este tipo, publica la revista Semana.
Para las autoridades judiciales, el modus operandi de Quevedo era el siguiente: el hombre elegía a sus potenciales víctimas a través de redes sociales para posteriormente ir a bares y discotecas para conocer hombres solos de la comunidad LGBTIQ+, haciendo un trabajo minucioso de observación. En dichos establecimientos se ganaba su confianza, ya que atraía la atención por su físico. Con la confianza ganada, hacía lo posible para poder crear algún tipo de vínculo sentimental para intentar convencerlos de que lo invitaran a su casa o lugar de residencia. Luego, al lograr su cometido y estar en la vivienda, mostraba su verdadero rostro, intimidándolos y atacándolos violentamente hasta la muerte, para posteriormente robar sus pertenencias y tomarse el tiempo de no dejar huella de sus acciones.
Su modus operandi recuerda mucho a cómo actuaba el famoso asesino en serie, Jeffrey Lionel Dahmer, también conocido como el monstruo de Milwaukee por los delitos cometidos en esa ciudad del estado de Wisconsin, en Estados Unidos. Entre 1978 y 1991 asesinó a 17 hombres en quienes se interesaba para luego ultimarlos en grado de confianza, por lo que las comparaciones con el estadounidense se han hecho inevitables.
El pasado 15 de mayo de 2023 un juzgado libró orden de captura por el delito de homicidio agravado, hurto calificado, y ocultamiento, alteración o destrucción de elementos materiales probatorios y evidencia física. Dicha orden se hizo efectiva al día siguiente en su vivienda, donde se encontraron varias de las pertenencias de sus víctimas. Ahora Quevedo permanece tras las rejas, aunque no ha aceptado los cargos que se le imputan.
Los casos
Quevedo Turizo estaba siendo buscada después de que se encontraran personas asesinadas brutalmente en sus residencias en la capital de la República, por lo que las autoridades iniciaron con la investigación para dar con su paradero.
El caso más sonado fue el de un médico panameño muerto en la madrugada del 27 y 28 de octubre del 2022, el salvaje asesinato ocurrió en su residencia en el barrio de Chapinero en Bogotá. Según las autoridades, todo habría iniciado a partir del grado de confianza que el profesional de la salud habría desarrollado con Quevedo.
Según los reportes de las autoridades judiciales, después de que el médico dejara entrar a José Leonardo Quevedo a su hogar, a cabo de un tiempo hubo una confrontación y el panameño fue apuñalado en varias ocasiones con un arma blanca, con grandes heridas en el tórax y el cuello hasta causarle la muerte.
También robó varios objetos de valor de la casa del profesional de la salud, avaluados en alrededor de 14 millones de pesos, para posteriormente iniciar un incendio para destruir evidencia acerca del delito cometido. Finalmente, puso su tarjeta SIM en el celular del médico panameño y lo hizo funcionar, terminando con el crimen.
Posteriormente, se le sindicó de ser parte de otro caso de asesinato ocurrido el 11 de mayo en un apartamento en la localidad de Barrios Unidos. El modus operandi habría sido el mismo, una persona lo dejó entrar a su vivienda en confianza, luego fue asesinado a través de asfixia y hurtó objetos de valor como celulares, computadores y dinero en efectivo de la vivienda.
Quevedo fue también vinculado al asesinato de David Estiven Mosquera, de 26 años, ocurrido el 5 de mayo también en su vivienda. Su madre, residente en Popayán, viajó hasta la capital por la falta de respuesta de su hijo a sus mensajes, para tristemente tener que encontrarlo sin vida y desnudo en la residencia, además asegurando que varios objetos de valor habían sido robados.
Aún así, las autoridades están en investigaciones para corroborar que el hombre de 21 años estaría detrás también de cuatro casos más de asesinatos en la capital que también se transformaron en hurtos de objetos de valor de sus víctimas mortales, a quienes asesinaba de distintas maneras, aunque siempre eran llamativas por la extrema violencia usada por Quevedo.
Para las autoridades judiciales, el modus operandi de Quevedo era el siguiente: el hombre elegía a sus potenciales víctimas a través de redes sociales para posteriormente ir a bares y discotecas para conocer hombres solos de la comunidad LGBTIQ+, haciendo un trabajo minucioso de observación. En dichos establecimientos se ganaba su confianza, ya que atraía la atención por su físico. Con la confianza ganada, hacía lo posible para poder crear algún tipo de vínculo sentimental para intentar convencerlos de que lo invitaran a su casa o lugar de residencia. Luego, al lograr su cometido y estar en la vivienda, mostraba su verdadero rostro, intimidándolos y atacándolos violentamente hasta la muerte, para posteriormente robar sus pertenencias y tomarse el tiempo de no dejar huella de sus acciones.
Con información de Semana