Durante la última semana, tres líderes latinoamericanos de izquierda marcaron distancia del régimen de Nicolás Maduro, destacando que lo que sucede en Venezuela no es el camino a seguir en sus países.
Se trata del presidente de Perú, Pedro Castillo; el presidente electo de Chile, Gabriel Boric; y el candidato presidencial de Colombia, Gustavo Petro.
No soy parte de eso
El pasado 25 de enero, en una entrevista con CNN en Español, Castillo, rechazó que los regímenes de Cuba, Venezuela o Nicaragua sean un modelo que quiera repetir en su país.
Aunque evitó responder si hay una dictadura en esos países, Castillo marcó distancia y aseguró que piensa crear “un verdadero modelo democrático y abierto con los peruanos”.
“No soy parte de eso. Y no me gustaría que el Perú se convierta en uno de esos modelos”, sostuvo. Al ser repreguntado, Castillo enfatizó que “jamás” adoptaría el modelo cubano, venezolano o nicaragüense para su país.
Además, el mandatario peruano evitó responder a quién reconoce como presidente de Venezuela, si a Maduro o a Juan Guaidó, asegurando que eso lo deben responder son los venezolanos.
Retroceso democrático brutal
El martes 1 de febrero, en entrevista con M24 Radio de Uruguay, Gabriel Boric aseguró que el retroceso democrático en Venezuela ha sido “brutal” y enfatizó que ese no es su “camino”, sino que aspira a construir una “izquierda democrática”.
“A mí me gustaría establecer un principio irreductible que es la defensa irrestricta de los derechos humanos, independiente del gobierno de turno. No podemos tener doble estándar, no nos podemos perder. El alegato permanente que hacen ciertas izquierdas a la autodeterminación de los pueblos para terminar incluso justificando sus desviaciones o conductas que no son apropiadas, como limitaciones a libertad de expresión, a la reunión, es algo que tenemos que enfrentar más abiertamente”, sostuvo el futuro mandatario chileno.
“Y esto es muy triste, pero tenemos que ser capaces de decirlo: en la situación de Venezuela, por cierto que incide el asedio que ha tenido permanentemente por parte de Estados Unidos, pero también ha habido un retroceso en las condiciones democráticas que ha sido muy brutal y para qué decir las condiciones económicas de vida, el éxodo de 6 millones de Venezolanos es la prueba más fehaciente de aquello. Ese no es nuestro camino y nosotros aspiramos a construir una izquierda profundamente democrática, respetuosa de los derechos humanos, que sea capaz de ser crítica de sí misma”, manifestó.
Política de la muerte
En entrevista publicada por la revista Semana el miércoles 2 de febrero, el candidato Gustavo Petro afirmó que Maduro «es una persona que está dentro de las dirigencias de la política de la muerte”.
“La imagen de Maduro no es de un líder de izquierda, es un integrante muy conservador de las facciones más regresivas de la política mundial que están tratando de defender que el mundo permanezca en una economía fósil”, expresó el actual senador por el partido Colombia Humana.